El benchmarking es el proceso de medir productos, servicios y procesos comparándolos con los de organizaciones conocidas por ser líderes en su campo, con el fin de obtener información sobre cómo mejorar el rendimiento empresarial. Proporciona la comprensión y la comparación necesarias para identificar áreas de mejora potencial e identificar las mejores prácticas.
La evaluación comparativa puede utilizarse de diversas formas y es importante conocer a fondo los objetivos de la empresa antes de emprender un ejercicio de evaluación comparativa. La evaluación comparativa puede medir la calidad, eficacia y eficiencia de las políticas, estrategias, programas, servicios, productos y procesos de una organización y ayudar a los dirigentes, miembros del equipo y partes interesadas a mejorar los resultados empresariales.
Pasos del proceso de evaluación comparativa
El proceso de evaluación comparativa se compone de varias etapas. He aquí los 8 pasos clave para el éxito de un proyecto de evaluación comparativa:
1. Seleccionar un tema para la evaluación comparativa. Determinar qué es lo que se va a comparar es absolutamente fundamental para que el proyecto se lleve a cabo con éxito. Es esencial que los directivos y otros altos cargos participen en el proceso de toma de decisiones.
2. Establecer objetivos. La evaluación comparativa es un proceso con un objetivo en mente, y es importante saber cuál es el resultado deseado.
3. Recopilar y analizar datos. Desarrolla y recopila los datos que se utilizarán para evaluar los procesos, productos y servicios actuales.
4. Identifica socios potenciales. Esta es la etapa en la que empiezas a buscar organizaciones que tengan objetivos y procesos similares.
5. Abrir líneas de comunicación. Establece contacto y empieza a comparar, evaluar e intercambiar información con los socios potenciales.
6. Evalúa los datos. Esta es la etapa en la que se analizan los datos recopilados durante el proceso de evaluación comparativa, y se hacen recomendaciones sobre las áreas a mejorar.
7. Integrar las mejores prácticas. Esta es la fase en la que se aplican las conclusiones de la evaluación de los datos y se adoptan las mejores prácticas de las organizaciones asociadas.
8. Supervisar el rendimiento. Este paso final y continuo es esencial para determinar si las mejores prácticas adoptadas se traducen realmente en una mejora del rendimiento.
Las ventajas de la evaluación comparativa
La evaluación comparativa proporciona una serie de ventajas, desde identificar ahorros de costes hasta comprender cómo enfocan su negocio los competidores. Ofrece a las organizaciones una forma más eficaz de evaluar continuamente sus propias operaciones en términos de rendimiento, calidad y productividad. También ayuda a identificar áreas de mejora y carencias, y a evaluar el impacto de los nuevos productos y servicios.
La evaluación comparativa también puede proporcionar información valiosa sobre las estrategias de la competencia, permitiendo a las organizaciones identificar formas de diferenciar sus propias ofertas y desarrollar una ventaja competitiva.
Los retos de la evaluación comparativa
La evaluación comparativa puede ser notoriamente difícil de ejecutar. Requiere una planificación cuidadosa, un análisis sofisticado de los datos y la capacidad de motivar a los socios y colaborar con ellos. También es un proceso que lleva mucho tiempo; puede llevar varios meses o más completar un proyecto de evaluación comparativa con éxito. Además, es importante distinguir entre las mejores prácticas reales y las «mejores».
Conclusión
La evaluación comparativa es una poderosa herramienta para las organizaciones que desean comprender cómo se comparan sus operaciones con las de sus competidores e identificar áreas de mejora. Comprendiendo los 8 pasos de la evaluación comparativa, dedicando el tiempo necesario a crear buenos objetivos y buscar socios eficaces, y determinando las ventajas potenciales del proceso, las empresas pueden obtener una ventaja competitiva y acelerar el rendimiento.
