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Competencia indirecta

En los negocios, la competencia indirecta se refiere a la competencia entre empresas que fabrican productos o servicios que no son iguales, pero que en última instancia alcanzan los mismos objetivos y compiten dentro del mismo mercado. Las empresas que compiten de este modo se centran en cómo satisfacer una necesidad de la misma base de clientes, con productos y servicios ligeramente distintos. Este artículo explicará los fundamentos de la competencia indirecta, analizando sus características y examinando ejemplos de la vida real.

¿Qué es la competencia indirecta?

Para entender la competencia indirecta, es importante comprender primero lo que no es: la competencia directa. La competencia directa se produce cuando dos empresas ofrecen bienes o servicios iguales, normalmente compitiendo en el mismo mercado y dirigiéndose a la misma clientela. En cambio, la competencia indirecta se produce cuando dos empresas ofrecen productos o servicios que, en última instancia, pueden satisfacer la misma necesidad del cliente, pero lo hacen de formas distintas. Ejemplos de competencia indirecta son los teléfonos inteligentes y los reproductores de música, las marcas de refrescos y las bebidas energéticas.

Competencia indirecta no significa que los dos productos o servicios sean completamente diferentes. Más bien, la competencia indirecta implica una colaboración entre empresas para garantizar que los clientes tengan múltiples opciones para satisfacer la misma necesidad. Los clientes deben tener la posibilidad de elegir entre una variedad de opciones que, en última instancia, satisfagan el mismo objetivo. Las empresas que participan en la competencia indirecta deben ser conscientes las unas de las otras y mantenerse ágiles para comprender a la competencia y su respectivo posicionamiento en el mercado.

Características de la competencia indirecta

Cuando se trata de competencia indirecta, hay algunas características clave a tener en cuenta. La competencia indirecta se produce entre empresas que ofrecen productos para satisfacer la misma necesidad del cliente, aunque los productos sean ligeramente diferentes. Además, las dos empresas deben ofrecer cada una algo que la otra no ofrezca, lo que significa que cada una debe tener sus propios puntos de venta diferenciados.

En una situación de competencia indirecta, las dos empresas que compiten lo hacen indirectamente, en lugar de directamente. Esto significa que ninguna de las empresas espera quitar clientes a la otra, sino animar a los clientes a elegir cualquiera de los productos o servicios de las dos empresas. Además, puede haber un solapamiento significativo en la base de clientes y la fidelidad a la marca, ya que ambas empresas intentan satisfacer las mismas necesidades.

Ejemplos de competencia indirecta

Los ejemplos de competencia indirecta son habituales en la vida cotidiana. Por ejemplo, muchas personas que buscan zapatillas pueden elegir entre Converse, Nike y otras marcas de calzado. Aunque estas empresas pueden considerarse competidoras, la idea general es que las tres marcas ofrecen calzado para satisfacer necesidades diferentes. El mismo concepto se observa en otros contextos, como en las empresas que ofrecen servicios de streaming como Netflix, Hulu y Amazon Prime: todas ellas ofrecen a los clientes la posibilidad de transmitir contenidos, aunque de diferentes maneras.

También es habitual ver la competencia indirecta entre dos empresas del mismo sector. Por ejemplo, dos aerolíneas pueden ofrecer vuelos al mismo destino, pero una puede dirigirse a una clientela distinta de la otra, como los viajeros de negocios frente a los veraneantes y las familias.

Cómo competir en un entorno de competencia indirecta

Competir en un entorno de competencia indirecta puede ser todo un reto. Es importante que las empresas sigan de cerca a su competencia para comprender mejor su posicionamiento en el mercado y ajustar las estrategias según sea necesario. Las empresas deben centrarse en crear una propuesta de valor única que satisfaga las necesidades del cliente, al tiempo que son conscientes de lo que ofrece la competencia.

Además, las empresas pueden ir un paso por delante de la competencia introduciendo productos o servicios nuevos e innovadores, así como aprendiendo de las opiniones de los clientes y haciendo de la experiencia del cliente una prioridad absoluta. De este modo, las empresas pueden diferenciarse en el mercado y destacar entre la competencia.

Conclusión

La competencia indirecta es algo habitual en las empresas, ya que éstas tratan de satisfacer las mismas necesidades de los clientes de formas ligeramente distintas. Es importante que las empresas vigilen a la competencia para comprender mejor el panorama competitivo y ajustar las estrategias en consecuencia. Para competir con éxito en un entorno de competencia indirecta, las empresas deben centrarse en crear una propuesta de valor única, introducir productos y servicios nuevos e innovadores, y hacer de la experiencia del cliente una prioridad.

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