Opinión
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Las diseñadoras tenemos una gran responsabilidad

Núria Vila

Especialista en diseño sostenible
"El mundo sería un lugar mejor si todos pensáramos en los demás y en el bien común."

A principios de los años 70, el diseñador y antropólogo norteamericano Victor Papanek acuñó el concepto de diseño social. ¿Crees que el rol del diseñador debe cambiar?
El diseñador tiene un papel muy importante en el impacto ambiental de cualquier producto, ya que el 70% de su impacto se decide en la fase inicial, la de diseño.

Desde aquí animo a todo el mundo a leer a Victor Papanek o a escuchar lo que decían personas como Félix Rodríguez de la Fuente. Ellos, en los años 70, ya nos hablaban de malbaratamiento, de que debemos reducir y dejar de consumir de la forma en la que lo hacemos.

Como profesionales, podemos elegir si queremos convertirnos en superhéroes o en súper villanos.

¿Cómo puede ser el diseño más sostenible?
Debemos considerar los impactos ambientales en todas las etapas del proceso de diseño y desarrollo de proyectos, para lograr piezas que generen el mínimo impacto ambiental posible a lo largo de todo su ciclo de vida teniendo siempre en cuenta la parte social, económica y ambiental.

– El primer reto es la extracción y procesado de materiales. Lo ideal es seleccionar materiales que provienen de desechos, o bien usar materias primas de origen vegetal para que puedan volver a la tierra en forma de nutrientes una vez llegue su fin de vida.

– Luego debemos pensar en cómo y dónde producimos y ensamblamos, fomentando lo local, el km0 y el uso de energías renovables en los procesos.

– En cuanto a la distribución, debemos tener en cuenta el tipo de transporte, y a ser posible, que el producto ocupe y pese poco. Una vez que el producto se convierta en residuo -después de haber pasado por la fase de reutilización o reparación siempre que sea posible- se debe optimizar su gestión, generando diseños circulares.

– Por último, no debemos olvidar la parte social: integración, comercio justo…

En cuanto a mí, cuando me llega un encargo, me hago preguntas como las que determinó el diseñador Eric Benson para reducir el impacto ambiental del proyecto: ¿Es este el mejor método para comunicar el mensaje? ¿Qué repercusión tiene la creación de esta pieza? ¿Cómo podemos reducir el impacto durante el proceso de impresión?

A partir de reflexiones como estas es como podemos empezar a generar propuestas que sean mejores para el mundo.

Muchas veces, sobre todo en packaging, se cuestiona que lo «eco» no es funcional o que dispara los costes de un proyecto. ¿Qué le dirías a una persona que se escuda en estos argumentos?
Diría que dice esto porque le da pereza darle otra vuelta al proyecto. Como he dicho anteriormente, cuando pensamos en sostenibilidad no solo hay que pensar en la parte ambiental, también hay que incluir la parte económica y social, para que así sea factible y viable.

El ejemplo perfecto está en este vídeo donde se explica cómo Yves Behar hizo el rediseño de la caja de Puma pensando y buscando soluciones alternativas. Esto se tradujo en una reducción en los costes de producción, utilizando menos energía, y en una reducción de las emisiones de CO2 gracias a un transporte más ágil. Además, si los clientes reutilizan el packaging, la marca consigue estar presente en su día a día.

Un pequeño cambio que provoca una reacción en cadena que aporta reducción de costes, de emisiones y un impacto positivo de la marca. ¿Qué más se puede pedir?

La prohibición del plástico de un solo uso a partir del 2021 en la Unión Europea o la nueva normalidad impuesta por el Covid-19 parece que ha acelerado el cambio hacia opciones más sostenibles. ¿Cuáles crees que van a ser las tendencias de diseño en los próximos años?
Creo que la tendencia para los próximos años será el diseño circular. Ya no vale pensar en reciclar. Tenemos que reducir en todo lo que sea posible y después reciclar. Necesitamos convertir todos los residuos en nuevos materiales. Los científicos ya nos han advertido que quedan unos 10 años para que no haya vuelta atrás. Ya no hablamos del cambio climático sino de la emergencia climática.

En relación a la ley de la prohibición del plástico de un solo uso, decirte que durante el Covid se canceló. Ahora parece que vuelve a estar en marcha, pero durante estos meses de pandemia hemos generado más residuos de un solo uso que nunca. Y en su mayoría son de plástico. Es una paradoja cuando se trata de un material maravilloso: aislante, impermeable, resistente, económico, no pesa y es muy duradero. Tanto que no desaparece. La pregunta en este caso sería: ¿por qué usamos un material que vive más que nosotros para un sólo uso?

El plástico ha salvado muchas vidas y ahora está quitando muchas otras. Pero la culpa no es del material, la culpa es del uso y del abuso.

Y ya para acabar, ¿qué mensaje te gustaría hacer llegar a tus compañerxs de profesión?
Ahora es el momento de replantearnos nuestra profesión. Seamos diseñadores o no, empecemos por cambiar acciones en nuestro día a día.

Un primer paso podría ser dejar de comprar botellas de plástico. Cada minuto consumimos un millón de botellas hechas con este material y solo se reciclan el 9%. Para que os hagáis una idea visual, cada 2 minutos podríamos llenar la Torre Eiffel de botellas de plástico. En mi opinión, un sinsentido, teniendo en cuenta que se necesita más agua para crear la botella que la que contiene dentro.

Así que me gustaría acabar diciendo que cualquier gesto, por pequeño que sea, puede cambiar el mundo.


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