Hace poco recibí un correo en el que se dirigían a mi en forma personalizada: «Hola Olmo, hemos visto tu trabajo y nos gustó mucho». Resulta que esta persona a quien le gustó tanto mi trabajo sin siquiera haberlo visto, es miembro de NACE Global Creative Network, una plataforma al estilo de Adtriboo, creada por crápulas dedicados a vampirizar a los diseñadores y vender un servicio mediocre a su hipotética clientela. NACE promueve concursos abiertos, a fin de ofertar diversas propuestas de distintos diseñadores. Según dicen, el cliente escogerá y pagará al ganador. En su ilusión óptica, el cliente creerá haber descartado todos aquellos trabajos inadecuados. La mayoría de ellos participará en esta pantomima, no por maldad sino más bien por ignorancia y falta de reflexión.
Admito que lo más fascinante de NACE no es su descaro irrespetuoso, sino la forma snob que tienen de comunicarse. Uno de sus textos dice: «trabajamos con un sistema de Open Talent, donde rastreamos el talento creativo esté donde esté». Afortunadamente, un sistema súper-mega-moderno de rastreo —no el castizo Rastreator—, me ha encontrado donde yo estaba. Precisamente, en el momento de su búsqueda, me encontraba yo sentado leyendo la contraetiqueta de un bote de jabón, ¡y ha sido capaz de localizarme! ¡Bravo Open Talent, tú sí que vales! En un alarde de ingenio, continúan: «Nuestros Talent Hunting seleccionan e invitan a los mejores creativos a ser parte de nuestro staff creativo online». Es decir, Open Talent, una vez me ha encontrado, recurre a Talent Hunting para que me seleccione y me invite a formar parte de su equipo privilegiado.
Añaden: «Durante el proceso creativo contamos con una tecnología de feedback instantáneo, donde cada idea pasa por un proceso de curatoría NACE». En el caso de estar ya trabajando en un proyecto de NACE, y que en ese momento te encuentres falto de ideas y seas incapaz de alcanzar su alto estándar de calidad, aparecerá su Tecnología de Feedback Instantáneo —imagino que con el condensador de fluzo activado— y el proceso de curatoría NACE, para ayudarnos a diseñar mega-cool como si tuviéramos veinte Premios Laus a nuestras espaldas.
En su portentosa desfachatez nos recuerdan que «las ideas siempre son propiedad intelectual tuya hasta el momento en que tu idea es ganadora». ¿Lo has entendido bien? Esto significa que siempre que diseñes una mierda te la puedes meter por donde te quepa, pero si tu proyecto es escogido por el cliente, su Tecnología de Feedback aparecerá de forma instantánea para quitarte tus derechos.
Finalmente, nos aseguran, muy condescendientes ellos, que «si quieres sólo participas de los proyectos que te interesen, sin nadie que te lo imponga, como en una oficina normal». No me lo puedo creer ¿De verdad?, ¿será la mía una oficina normal?
Publicado en FORO ALFA
