Nuestro trabajo no consiste en inventar marcas, sino en descubrirlas. En encontrar el tesoro escondido que todas tienen y crear a su alrededor una narrativa inspiradora y capaz de conectar con sus audiencias.
Para ello, la auditoría de marca es clave, ya que nos permite alinearnos con el cliente y definir cuáles son los principales retos y prioridades de la marca.
Conocer el grado de engagement de la marca con nuestros empleados y su alineación entorno a los objetivos estratégicos de la marca.
Entender qué piensan y esperan los clientes de nuestra marca.
Conocer las principales tendencias y motivaciones que mueven la categoría.
Tener una radiografía completa del set competitivo y sus respectivos posicionamientos.
Identificar debilidades, fortalezas y oportunidades de mercado capitalizables para la marca.
Poder establecer y medir el desempeño y valor de marca a través de métricas clave.
Hay una serie de situaciones que generan la necesidad de plantearse una auditoría de marca:
Antes de un proceso de rebranding. Para conocer la oferta presente en el mercado y desarrollar la estrategia que marca la diferencia frente al resto de competidores de la categoría.
Previo a fusiones y adquisiciones. Para evaluar el valor de las distintas marcas y tomar decisiones estratégicas teniendo en cuenta variables como: su reconocimiento, reputación, cuota de mercado, relevancia o asociaciones vinculadas.
Periódicamente. Para medir el gap de marca (identidad vs imagen), corregir posibles desviaciones y evaluar el “performance” de los principales KPIs de marca.
Analizamos tanto parámetros internos como externos para poder tener una visión 360º de la situación en la que se encuentra la empresa y su entorno. Esta visión nos permitirá empezar a tomar decisiones basándonos en datos y no meramente en la intuición.
Una metodología propia a través de técnicas de investigación de mercado que nos permite evaluar los 8 aspectos clave que miden la fortaleza de una marca.
1. CONSENSO
Evalúa la claridad interna que existe entorno a lo que la marca representa y sus públicos objetivo.
2. COMPROMISO
Valora el grado de importancia que otorga la organización a la marca como elemento clave en su competitividad. Mide los esfuerzos y recursos destinados a que la estrategia de marca se implemente con efectividad y eficiencia.
3. TRANSFORMACIÓN
Trata la capacidad de evolución de la marca para adaptarse a nuevos escenarios y cambios en el mercado.
4. AUTENTICIDAD
Indica si la marca está basada en una sólida verdad interna y su capacidad para cumplir con las expectativas que tienen sus clientes.
5. RELEVANCIA
Calcula la capacidad que tiene la marca para importar en la vida de las personas. Su capacidad para dar respuesta a las necesidades y motivaciones de sus audiencias de la mejor forma posible.
6. DIFERENCIACIÓN
Determina el grado en que los públicos perciben la marca como una propuesta y experiencia única en el mercado.
7. COHERENCIA
Evalúa la fidelidad de una marca a unos principios y valores. Su capacidad para activarse en cualquier punto de contacto sin perder de vista su esencia.
8. IDENTIFICACIÓN
Define el grado de comprensión que tienen los públicos objetivo acerca de lo que la marca representa y su conexión emocional con ella.
Antes de empezar, siempre es importante saber cuál es el punto de partida. Así que primero analizamos tu marca: coherencia, compromiso, gobernanza, capacidad de respuesta, autenticidad, relevancia, diferenciación, consistencia, presencia y engagement. Después, tomamos decisiones.
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