La gente suele sentir amor, interés, indiferencia o, incluso, odio hacias las marcas. Y todo ello sin conocer su estrategia, simplemente percibiéndola.
El posicionamiento de una marca dependerá de su propósito, una idea que guiará el comportamiento de toda la compañía, y su objetivo es definir qué significados giran en torno a una marca; es decir, cómo se quiere que la vea el mercado.