Brebel

Se nos presentaba el reto de crear una marca con propósito que repensara el activismo y lo convirtiera en algo sencillo y ameno, capaz de movilizar incluso a personas poco habituadas a implicarse en causas solidarias.

Lo cierto es que las personas desean vivir en un mundo mejor, pero no siempre están preparadas para tomar la iniciativa o dispuestas a cambiar sus hábitos, por muy pequeños que éstos sean. Paralelamente, las ONG cada vez lo tienen más difícil para persuadir a nuevos socios. Sus campañas, directas y en ocasiones demasiado agresivas, incomodan a gran parte del público, y si bien éstos llegan a concienciarse, cada vez hay más personas que buscan alternativas.

Teniendo en cuenta este contexto, Brebel ofrece enfrentarse a los problemas sociales desde una perspectiva más amable y amena. Para ello, nos basamos en el concepto del “Beer Activismo”, tomando como premisa el activismo desde el disfrute.

Bajo el insight “quiero cambiar el mundo pero no mis hábitos”, creamos una nueva narrativa que gira en torno a la idea de que para mejorar el mundo solo debes continuar haciendo lo que más te gusta: preparando barbacoas con tus amigos, viendo una serie de Netflix o leyendo tu novela favorita en el sofá de casa. No hace falta que te esfuerces, solo que lo acompañes todo con una buena cerveza.

Una idea de marca que se sintetiza en el tagline “Brewing the Change”, representando el carácter inconformista de la marca y su compromiso para construir una mejor sociedad.

Un nombre que son 33 cl de pura rebeldía. Creamos un nombre que reflejara su compromiso con el mundo y a la vez que fuera capaz de transmitir la actitud inconformista y transgresora de la marca.

Brebel es un neologismo que combina las palabras “Be” (ser, en inglés) y Rebel. Sintetiza la personalidad de la marca y es también una llamada a la acción: Be Rebel!

Un nombre que es una invitación a romper con el status quo. A no conformarte con una simple cerveza. A cambiarlo todo sin dejar de hacer lo que más te gusta.

A nivel fonético, necesitábamos un nombre sencillo de pronunciar a nivel internacional ya que Brebel no busca cambiar las cosas sólo a nivel local. Se trata de una marca que quiere mejorar el mundo, sea donde sea, y por eso tiene el objetivo de internacionalizarse en el corto-medio plazo.

Por otro lado, es un nombre flexible que no se ancla exclusivamente en el mundo cervecero. Brebel es una marca cuyo objetivo principal no es dedicarse a la cerveza, sino cambiar las cosas. Con esta premisa, contemplamos que el nombre debía permitir a la marca entrar en un futuro en categorías paralelas como la restauración e incluso en sectores totalmente diferentes como la moda.

Brebel no quiere que cambies tus hábitos para cambiar el mundo. Quiere que tus hábitos generen el cambio mientras haces lo que más te gusta. Con Brebel, beber cerveza es un acto revolucionario.

Primero el propósito, después el logotipo.

Brebel es una lager artesana elaborada con lúpulo Saaz checo, dos meses de guarda y una decocción única en el mundo. Fácil de beber y refrescante, con un amargor, aroma y maltosidad
equilibrado.

Pero más allá de esto, Brebel nace para aportar algo diferente dentro de su sector. Se trata de una artesana con propósito que destina parte de sus beneficios a financiar proyectos sociales transformadores.

Porque el mundo no necesita una marca de cerveza más. La gente pide algo distinto. Y aquí es donde aparece Brebel, una cerveza que es mucho más que una buena cerveza.

La cerveza artesana ha representado un boom en los últimos años. Nuevas marcas y referencias han copado el mercado con propuestas frescas e innovadoras, y nuevos perfiles han empezado a consumir este tipo de productos, pasando de ser un producto de nicho a un producto mucho más mainstream.

El reto a la hora de crear la identidad de esta cerveza era encontrar ese punto de partida que hacía a la marca única y especial.

La razón de existir de Brebel es su compromiso con el mundo y con las personas, y esto no se podía relegar a un segundo plano. Tampoco en el packaging.

Por este motivo, reestructuramos la jerarquía de los elementos del packaging poniendo al propósito en primer lugar, lo cual implicó trasladar el logotipo de Brebel a la base de la etiqueta y así comunicar de forma metafórica cómo de prioritario era el compromiso para la marca. Un enfoque poco convencional que otorga a la marca una gran singularidad y que es toda una declaración de intenciones.

La rebeldía e inconformismo de la marca se ven reflejados también en su tipografía contundente creada especialmente para la ocasión, que convive con una handscript para transmitir la artesanalidad del producto y su proceso cuidado.

Una actitud que queda reforzada con el isotipo de la marca, una catapulta que simboliza la voluntad de Brebel para avanzar y romper barreras, y en el uso del negro y el naranja como colores principales. Una decisión que no es meramente estética, sino que busca aportar carácter y otorgar reconocimiento y visibilidad a la marca en el punto de venta.